jueves, 30 de septiembre de 2010

El sol de cada mañana

PROLONGUÉ LOS BRAZOS
EN LA ESPERA;
LOS OJOS ME CRECIERON
JUNTO CON LA MIRADA,
EN EL ATARDECER
DONDE NACEN LOS OLVIDOS,
HUNDÍ LOS SUEÑOS
QUE ME ALABAN EL CORAZÓN
PARA QUE TUS PÁJAROS
BEBIERAN DE MI AGUA

NUNCA SUPE,
EN QUÉ COSTADO
DEBES TAJARME LA HERIDA

MAS, ÁNDATE CON CERTEZA

DÉJAME TAN SÓLO
EL SOL DE CADA MAÑANA

de SILVIO ALCOBA ROSA
ENCUENTRO de ARTE COOPERATIVO "LOS ESCRIBAS"

domingo, 26 de septiembre de 2010

El barrilete travieso

Había una vez un barrilete multicolor, con una cola muy pero muy larga. Se encontraba volando en un día muy ventoso lleno de hermosas mariposas y pajaritos cantores, se había escapado de la mano de Clara. El grave peligro era que estaba cerca del bosque y tenía miedo de quedar atrapado en un árbol. No podía parar de dar vueltas y vueltas por el aire.

De pronto vio al sol que lo llamaba ¡Amigo! ¡Amigo! ¿Qué te está pasando?

¡Estoy perdido!

El sol con sus fuertes rayos pudo parar al viento y ayudarlo a encontrar a Clara que lo esperaba muy asustada.

Muy feliz el barrilete travieso saludó al sol y se quedó jugando en el aire.

Fin

Alumnos de 3º grado Escuela Nº 178

martes, 21 de septiembre de 2010

Cursos de Escritura Creativa

EscrituraCreativa.net inicia en Octubre su temporada 2010-2011. Para más información sobre cursos (on-line y presenciales), horarios y precios consultar www.escrituracreativa.net

Una tarde de primavera

Hace muchos años, una tarde, el cielo celeste y brillante de primavera estaba cubierto de barriletes muy coloridos, con formas geométricas y largas colas que serpenteaban.

De pronto un ventarrón inesperado cortó los hilos de algunos barriletes y escaparon de las manos pequeñas de los niños, que los miraron con tristeza hasta que desaparecieron en el horizonte.

Los barriletes regresaron cuando calmó el viento, traían regalos mágicos para sus dueños polvo de estrellas, piedritas de luna, rayitos de sol, colores del arco iris, brillos de un cometa y pedacitos de suaves nubes atados a sus colas.

Los niños saltaban de felicidad al ver a los barriletes, llenos de regalos, llegar a sus manitos.

Fin



Alumnos de 3º grado - Escuela Nº 178

Una Tarde en el Coliseum

En tiempó de lós apostóles
Los hombrés erán muy barbáros
Se subián a lós arbóles
Pará comersé lós pajáros.

Había pasado apaciblemente la mañana del domingo con unas cuantas peleas de gladiadores, de los cuales los que murieron habían saludado al César y le habían ofrecido sus aves (¿o lo habrían, sutilmente, llamado gallina?). Los que no murieron también habían saludado y ofrecido las suyas, por las dudas que el próximo fin de semana el César estuviera ocupado en alguna intriga palaciega, alguna nueva vestalita o alguna otra cosa y no viniera. O tal vez fuera otro Cesar el que viniera, uno nunca sabe (tanto bruto por ahí con el cuchillo bajo el poncho, o la daga bajo la toga, en esos días).
Había pasado la hora del almuerzo, con unos cuantos leones almorzándose a unos cuantos cristianos, un menú fashion de entonces. El populus romanus también había dado cuenta de los pannis provistos por el César. El circens continuaba ahora con un postrecito, anunciado como surprise, previo al descanso para ir al baño, antes de las carreras de cuadrigas, el plato fuerte de la tarde.
¡TATARIIII!! TATARIIII!! Suenan las trompetas. El populus se calma, expectante.
Se abre una de las rejas y sale un legionario portando el clásico letrero S.P.Q.R. (sono porchi questi romani) (¿lo sabrían?), seguido por dos legionarios enormes llevando, agarrado de los brazos, a un negro. Lo llevaban levantado, con las patitas colgando y con una cara de susto de aquellas. Era un negro, negro, pero bien negro, no marrón oscuro ni gris oscuro, sino negro, negro, de algún lugar del África central, de esos de cogote largo. Detrás venían unos cuantos esclavos con palas, picos, pisones, sogas y otras herramientas.
Mientras los esclavos cavaban un pozo en el medio de la arena, el populus comenzó a prestar atención a la maniobra y empezaron los cantitos, los vítores, chiflidos y algún que otro amago de avalancha. Algunos intentaban la ola, pero todavía no les salía bien (tardaron un par de decenas de siglos en perfeccionarla).
Cuando los esclavos terminaron el pozo, colocaron en él al negro, enterrado hasta los hombros, apisonando bien la tierra a su alrededor y emprolijando la arena.
Se retiraron los legionarios y los esclavos, y el populus comenzó a calmarse, esperando a ver qué había hoy de postre.
¡TATARIIII!! TATARIIII!! Suenan de nuevo las trompetas y se abre otra reja y sale un león. Pero un león, león… un leonazo tremendo. Y el populus, que empezó a darse cuenta como venía la mano, estalla en vítores y tiran papiros cortaditos y rollos de pergamino higiénico.
El león salió medio como que a la derecha del negro, quien también se avivó y empezó a transpirar, más.
El león empezó a dar unas vueltas, oliendo el aire y tirando arena para atrás con las patas. Flaco, el león. Se le podían contar las costillas. Se veía que lo habían tenido por lo menos una semana, o más, a panem & acqua, o menos.
Entonces, lo vio al negro (a la cabecita del negro).
No esperó ni un segundo. Con un rugido se lanzó a la carrera hacia el negro y, desde unos cuantos metros, se mandó una palomita, con la bocaza abierta, los colmillos pelados, chorreando baba, las poderosas garras relucientes.
El negro (cogote largo) agachó la cabeza y el león pasó de largo, clavándose de trompa en la arena más allá, rodando despatarrado.
¡UUUUUUHHHHHH!!!! Estalló el populus. Algunos aplaudían, otros saltaban, todos gritaban. Ahora todos estaban concentrados en el centro del coso.
El león, desconcertado, se paró y empezó a mirar para todos lados (ahora estaba medio como a la izquierda del negro).
¡NE-GRUS, NE-GRUS, NE-GRUS!!!!!! Gritaban unos.
¡LE-Ó-NEM, LE-Ó-NEM, LE-Ó-NEM!!! Otros.
Empezaban a armarse grupitos y barritas en las tribunas.
El león, ahora un poco más receloso, con algunos raspones, da unas vueltitas, mirándolo al negro. El negro, temblando, también lo mira al león.
El león se anima, lanza un rugido, medio apagado por el rugido del populus, y se lanza de nuevo a la carrera y se manda otra palomita, pero esta vez un poco más abajo.
El negro clava la cabeza contra el suelo y el león de nuevo le erra y pasa de largo, tragando un par de kilos de arena.
¡AAAAAAHHHHHHH!!!!! Ruge el populus.
Las tribunas ya son una locura. El populus grita, salta, tira cosas, se pelean los partidarios del negro contra los del león. Se producen avalanchas. El Cesar, que se había demorado en el vomitorium después de un terrible almuerzo, volvió corriendo al trono. No se la quería perder. ¡Panem & Circens! ¡Populus contentus!. Ahora se podía tirar a la reelección sin temores. ¡Tomá oposición!!
El león, medio desencuadernado, con la sangre en el ojo (literalmente), da unas vueltas y termina colocándose frente al negro, resoplando, magullado, y se echa un poquito, haciendo así con la cola, como los gatos, estudiándolo.
El negro, con la adrenalina a mil, la cara llena de arena, la cabeza llena de pelos y rastros de sangre del león, lo putea, al león, al populus, al César, a sus pompas y sus obras y a la concha de su hermana y de las hermanas de todo el pupulus, además de la del león (de la hermana del león).
El populus pareciera oír, o intuir, en medio del estruendo, y casi unánimemente comienza a tomar partido por el león.
¡LE-Ó-NEM, LE-Ó-NEM, LE-Ó-NEM!!!!!!!!!. Ruge ahora el Coliseum entero.
El negro, enterrado hasta los hombros, escupe para los cuatro costados y putea urbi & orbi. El populus ya lo odia (el tema de volcarse por el más débil vino más después en la historia; aún hoy no está del todo claro).
El león se siente apoyado, impelido, azuzado y, con otro tremendo rugido, toma carrera.
Cuando el león comienza a correr, el negro, atento, estira el cogote lo más arriba que puede, cambiándole la puntería al león y, cuando el león se lanza, el negro agacha la cabeza, se da vuelta y, cuando el león pasa, le tira un tarascón y lo caza de los huevos.
¡Para qué!!
¡¡ROAR!! ¡¡ROAR!! Se desespera el león, tirado en el suelo, las patas rígidas, temblando, con el negro prendido, con los dientes, a sus partes nobles. El negro no afloja. El ¡ROAR! poco a poco va menguando, transformándose en un lastimero ¡miau! ¡miau! ¡plis! ¡plis!.
El negro, nada!. Aprieta y no afloja!. Se banca el gusto a bola y el olor a culo, ¡pero no afloja!.
El Coliseum ya es la locura total. El Cesar tiene un pulgar para arriba y el otro para abajo, por las dudas. El populus delira, furioso, desaforado. Las alambradas a punto de ceder. La centuria antimotines se apresta; al frente forma la decuria lanzagases (la temida “Brigatte Flatus”) formada por diez legionarios panzones, sin calzoncillos, pedorreros, secundados por esclavos con alforjas de porotos, coliflor y salame.
Y, en medio del tremendo griterío, se oye un vozarrón, síntesis del sentir popular:
¡¡PELEÁ LIMPIO, NEGRO HIJO DE MIL PUTAS!!!!

Natalia Jaureguizahar

jueves, 16 de septiembre de 2010

Una mirada es suficiente

Una mirada es suficiente
aunque todo hayas intentado
para encubrir tu vivir ausente
del grande amor que se te ha dado.
Ahora lo lamentas y lloras,
ignorando lo inevitable.
El juego ya está echado.
Las viejas artimañas luces,
creyendo envolver a tu presa,
pero el velo ya ha caído
y cada nueva mentira vieja,
tiene a fuego, tu marca impresa.
Innecesario buscar ocultamientos
y perversas manipulaciones.
Una mirada es suficiente
para mostrar al desnudo
esa perversa mente.
Por aquí todo se ha desmadejado,
ya no podrás volver a tejer
las enmarañadas mentiras
con las que conquistaste almas
candorosas que te amaron,
y una familia te ofrendaron...
Porque ,ya lo has comprendido,
una mirada es suficiente.
La mirada entristecida
de la que se entera sobreviviente.

Una mirada es suficiente

Una mirada es suficiente
para construir un puente
sobre la saliente
contra la corriente
Una mirada es suficiente
para olvidar las cosas pendientes
enhebrar paciente
dejar de ser una doliente
Una mirada es suficiente...

Silvia Nou

Una mirada es suficiente

Una mirada es suficiente....
y sólo refleja ausencia
de tu voz y tus ojos
y una muerte segura
que nos ronda despacio
dejando en el camino
mucho sueños truncados...

Elizabeth Borkowsky

Una mirada es suficiente

La soledad ha llegado a mi vida
para quedarse
sin prisa alguna por ir
en busca de nuevos horizontes.

Desterrada de toda posibilidad
de volver amar
mi corazón resignado
descansa sin encontrar paz.

Una mirada tuya es suficiente
para que mi alma dormida
levante vuelo e intente
ganarle a esta melancolía.

Claudia Albelo

A 34 años de la Noche de los Lápices

La oscuridad se quebró
un fino haz de luz atravesó sus miradas
y un rayo voraz de razón
fragmentó los espíritus.

Alzaron los ojos vidriosos
temblaron como hojas agitadas por el viento,
era el miedo que antecede al horror
que se apropió de sus conciencias.

El odio se materializó en violencia,
las palabras murieron en la tortura
y esas jóvenes vidas anhelantes,
quedaron inmersas en espanto y amargura.

El bastón cayó impunemente,
sobre las frentes vírgenes
mutilando la esencia,
truncando la inocencia.

Los lápices hablaron,
los bastones golpearon...

Melina Jaureguizahar

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Concurso 300 seguidores Mi Locura Romántica

Como ya habrán notado en el banner de aquí abajo, el blog Mi Locura Romántica, ha lanzado un espectacular concurso.
El mismo consiste en premiar a alguno de los seguidores del sitio, siempre que se lleguen a los 300 (número que no le resultará difícil lograr reunir).
Ingresando al blog mencionado, o simplemente dándole click al banner de abajo, aparecerán una serie de instrucciones a seguir, fáciles de cumplir (detalle muy importante en estos casos), para sumar puntos y participar.
Los premios propuestos son:
- El libro de Jade de Lena Valenti + pulsera Vanir
- Luna de Tor de Mariam Agudo
- Crypta de Care Santos
- Cualquiera de los Dark - Hunter en bolsillo de Sherrilyn Kenyon
¡¡¡¡UNA OPORTUNIDAD ÚNICA!!!!

lunes, 13 de septiembre de 2010

Un segundo con vos. Kika Genovesi

Un segundo con vos
y el tiempo se detiene,
se callan los sonidos,
y te siento y me sientes...
aferrada a esta vieja costumbre de quererte,
me muero por amarte,
me muero por tenerte....
un segundo con vos
es todo lo que pido
para sentirte cerca,
para sentirte mio,
para volar muy lejos,
tomada de tu mano...
y hacer de la utopía nuestro último destino....

de KIKA ...

Callas

Callas,


más tus manos hablan,


cobran vida,


recorren mi figura,


adormecen mis miedos,


contienen mi ser,


ductilizan mi alma.





Callas,


y en ese silencio


me tomas por sorpresa,


retienes mi cintura


y te aferras a ella,


como un náufrago


a su tronco.





Callas,


y me siento la reina


de la pronta alegría


de tenerte en mi vida


mi desborde sexual.





Callas, callas, callas...





Melina Jaureguizahar Serra