jueves, 8 de julio de 2010

Leticia Isakow, nos regala este bello relato

Cuando la puerta del dormitorio se abrió, aunque el agotamiento era atroz, mis ojos también se abrieron enormes,sin parpadear,poniendo todos mis sentidos en estado de alerta; la adrenalina fluía raudamente arrastrando al corazón a tomar un ritmo inusual,desesperado,que parecía provocar dolor en el pecho. Con el cuerpo ...rígido esperaba que se acostara creyéndome dormida, pero sabía muy bien ( a pesar del alcohol con el que se daba ánimo para cada sesión nocturna de denigraciones) que me había despertado. Entonces comenzaba el calvario de pretender un contacto con amor fingido de su parte y herido del mío, pues todavía no comprendía lo que estaba ocurriendo en mi propia vida. Un par de eternas horas de sufrimiento; un par de horas para intentar infructuosamente dormir tras la agobiante experiencia y el despertador sonando indefectiblemente a las 6.00 a.m. para comenzar otra jornada.
Esta es sólo UNA noche...

Leticia Isakow

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