sábado, 10 de julio de 2010

Voluntad final

Se desplazó con dificultad por la sala. Desde que aquella extraña enfermedad se había apropiado de su humanidad, era la primera vez que no podía caminar.
Miró a su alrededor, todo permanecía impecable. El silencio y la soledad hacían que su padecer fuera mayor.
Como una ráfaga, su vida pasó por sus pensamientos. No se había casado y jamás sintió la necesidad de dejar descendencia. A pesar de que su empresa fue exitosa, nunca tuvo personas con quien compartir este éxito, era un solitario y mezquino ricachón.
Pero ese dolor, que nuevamente punzaba su columna y, como un hilo ardiente, llegaba a su cabeza... ese dolor le demostraba que la vida estaba gobernada por fuerzas superiores.
En un momento creyó enloquecer... sacó su arma y simplemente disparó.
Cayó con un golpe seco sobre la alfombra... a medida que sus pupilas se dilataban, la cúpula de la sala se fijaba en su turbia mirada. Segundos después murió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario