miércoles, 28 de julio de 2010

TONY EL AVENTURERO

AVENTURA 1

Tony era un niño de diez años, igual a cualquier otro chico de su edad. Vivía en un barrio de clase media, con sus padres, estudiaba y en ocasiones se dedicaba al picadito de fútbol, en el terreno baldío de la esquina.
Cierto día, Tony estaba en la clase de lengua y la señorita les contó, la historia de Don Quijote de la Mancha.
- Don Quijote era un buen hombre, que tanto leer historias de caballeros, se volvió loco y creyó ser uno de ellos. Desde ese día, su misión fue salvar al mundo de las causas injustas, aunque solamente él las percibiera.
- ¡Salvar al mundo de las injusticias! Eso no es una locura, es una gran idea…Pensó Tony.
Desde ese día, este simpático niño no pensó en otra cosa, que en diseñar el modo de continuar la obra del Quijote, pero combatiendo injusticias reales.
Así fue como una mañana, camino al colegio vio como un chico mayor, le pegaba a otro, compañero de él. Entonces, casi sin pensarlo Tony saltó sobre el grandulón, lo tomó por la espalda del cuello y dijo:
- ¡Soltalo! ¡Te aprovechas de que sos grande! ¡Ahora vas a ver la que te espera!
El grandulón realizó un movimiento brusco, tirando a Tony al suelo, donde quedó dolorido, sin poder moverse, por unos minutos.
- ¡Che Tony despertate! Escucho muy lejos. ¡Tony! Soy el Quique, gracias por ayudarme…
Tony entreabrió los ojos y vio a su amigo sano y salvo, que le tendía una mano para ayudarlo a levantarse.
- ¡Gracias Tony!! ¡Vos sí que sos un amigazo!!, repitió Quique, mientras palmeaba la dolorida espalda de su salvador.
- ¿Y el grandote?
- Se fue Tony, se ve que le metiste miedo. Agregó Quique.
Una sonrisa de placer se dibujó en la carita de Tony, mientras se sacudía un poco los guardapolvos.
Sin más explicaciones ni agradecimientos, los chicos se abrazaron y salieron caminando juntos hacia la escuela.
Tony, a pesar del dolor se sintió muy feliz. Su primera misión había sido un éxito: salvó a Quique y se hizo de un nuevo amigo… un gran amigo.

Melina Jaureguizahar

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